Antes vs. ahora: cómo han cambiado los acabados en proyectos nuevos
Durante años, los acabados han sido uno de los elementos más influyentes en la percepción de calidad de un proyecto inmobiliario. Sin embargo, lo que antes se consideraba un lujo hoy puede ser estándar… y lo que hoy se promociona como “alta gama” probablemente mañana será la norma. El mercado cambia, los compradores también, y la industria ha tenido que adaptarse a nuevos gustos, nuevas tecnologías y nuevas limitaciones.
A continuación, exploramos cómo se ha transformado el concepto de “buenos acabados” en los proyectos inmobiliarios nuevos y qué significa esto para quienes buscan invertir o comprar vivienda.
En décadas pasadas, los acabados estaban marcados por la durabilidad y la apariencia clásica.
- Pisos cerámicos tradicionales, casi siempre en tonos tierra o beige.
- Muebles de cocina de madera maciza, con diseños más robustos.
- Baños con enchapes completos, sin tantas variaciones estéticas.
- Ventanas y marcos de aluminio convencional, sin opciones de control térmico o acústico.
El foco estaba en “que dure”, no necesariamente en “que se vea moderno”. La estética se subordinaba a la funcionalidad, y la personalización era mínima: lo que venía en el proyecto era lo que había.
2. El ahora: diseño, eficiencia y sostenibilidad como pilares
El comprador actual no solo quiere un espacio que dure; quiere que se vea bien, que funcione mejor y, si es posible, que consuma menos energía. Los desarrolladores han respondido a estas nuevas prioridades.
Hoy predominan:
- Pisos en SPC, porcelanato o laminados de alta duración, con acabados que imitan madera o concreto.
- Cocinas modulares, con colores neutros, sistemas de cierre suave y cubiertas en cuarzo o granito.
- Iluminación LED, que no solo reduce el consumo sino que permite mayor flexibilidad en diseño.
- Griferías eficientes, certificaciones ambientales y accesorios que gestionan mejor el agua.
- Ventanas con mejores propiedades acústicas, fundamentales en ciudades cada vez más densas.
Todo esto responde a un comprador más informado y exigente, que compara, investiga y sabe distinguir entre marketing y calidad real.
3. ¿Más bonitos, pero menos durables? El debate que no se apaga
Un comentario recurrente entre compradores experimentados es que, aunque los acabados modernos son más estéticos, “ya no duran como antes”. Hay algo de verdad:
- Los materiales de antes eran más pesados y robustos.
- Los de ahora tienden a ser más livianos y fáciles de reemplazar.
Sin embargo, esto no es necesariamente negativo. El mercado se ha movido hacia acabados que permiten renovar sin grandes obras, algo especialmente importante para quienes ven la vivienda como una inversión que debe mantenerse actualizada para conservar su valor.
4. El impacto de la tecnología y la estandarización
La industrialización de procesos ha permitido que hoy un proyecto medio entregue acabados que hace una década habrían sido exclusivos de la vivienda premium.
- Cortes con láser
- Tableros de mejor densidad
- Pegantes más eficientes
- Procesos de instalación más precisos
La calidad percibida ha aumentado, aunque muchas veces el comprador no note el detrás de cámaras que lo hace posible.
5. ¿Qué viene ahora? Tendencias que ya se asoman
Los acabados seguirán evolucionando, y algunas tendencias ya muestran hacia dónde va el mercado:
- Microcementos y recubrimientos continuos, que eliminan juntas y reducen mantenimiento.
- Domótica integrada, desde iluminación hasta control de acceso.
- Materiales ecoamigables, no solo por moda sino por regulación.
- Espacios flexibles, donde los acabados permiten modular ambientes sin obras pesadas.
El futuro no solo será más estético; será más inteligente y más responsable con el entorno.
De “lo estándar” a “lo personalizable”
Si algo ha quedado claro en esta evolución es que los acabados han dejado de ser un simple complemento del proyecto. Hoy son una herramienta clave de diferenciación, un elemento aspiracional y, para muchos compradores, el criterio que define su decisión final.
En Rokeatucasa.com seguimos de cerca estos cambios para ayudar a compradores, propietarios e inversionistas a entender qué ofrece el mercado hoy… y qué vale realmente la pena.
Porque si algo es seguro, es que los acabados seguirán cambiando, pero la necesidad de elegir bien seguirá siendo la misma.